[dropcap]L[/dropcap]a madrugada del 5 de abril de 2014 la modelo eslovaca María Kukucova asesinó al millonario británico Andrew Bush, con quien había mantenido una relación amorosa hasta noviembre del año anterior. Este martes, justo en su cumpleaños 26, fue encontrada culpable de asesinato y permanece a la espera de una sentencia que podría ser de 20 años de cárcel, según la petición fiscal.
La modelo ingreso en abril de 2014 a prisión preventiva luego de dar tres tiros, uno en el brazo y dos en la cabeza al empresario joyero, en la casa que él tenía en el municipio español de Estepona. Según su versión y la de sus defensores, ella actuó en legítima defensa y utilizó el arma de su propia víctima para protegerse tras ser golpeada.
De acuerdo con El País, el asesinato ocurrió cuando el empresario llegó a su casa acompañado de su nueva novia y se encontró dentro con María Kukucova. Ante la situación, la nueva pareja del empresario salió del lugar y esperó afuera, junto a la Hummer modelo H-1 del millonario, a que resolvieran su situación. Tras una discusión, Andrew Bush salió y le dijo a su novia que llamara a la policía porque la modelo no quería irse. Minutos después entró de nuevo a su casa y recibió tres disparos con un revólver calibre 38 especial.
Según los archivos del proceso legal, Kukucova lo mató «intencionadamente», «de forma sorpresiva y a la distancia necesaria para evitar que su víctima pudiera defenderse».
Tras cometer el crimen, puso el arma en la mano izquierda de la víctima y huyó en el auto del empresario sin dar explicaciones a la mujer que esperaba afuera. Posteriormente huyó a su país natal y días después se entregó a la policía.
De acuerdo con los jueces, no hay pruebas de que María fuera agredida ni amenazada, ni tampoco de que la pistola la hubiera sacado el empresario y que ella lograra arrebatársela antes de dispararle movida por el «pánico»: «Tenía miedo, nunca en mi vida me habían apuntado con un arma. No quise hacer eso. (…) Nunca he hecho daño a nadie», declaró la modelo.
La resolución del jurado -compuesto por cinco mujeres y cuatro hombres- fue que la modelos e movió impulsada «por un estado pasional», pues «estaba obsesionada con el fallecido» y «estaba muy afectada por la ruptura», tanto por el lado sentimental como por «la pérdida» del estatus social que le daba su relación con el empresario.