[dropcap]A[/dropcap]unque un retraso en el vuelo que los traía desde Maturín hasta Caracas ocasionó que el show de este Domingo 20 de Diciembre comenzara 45 min tarde, la agrupación Desorden Público llegó a los espacios de la Torre BOD de La Castellana en Caracas, para celebrar junto a su público por su 30 aniversario.
Por MaGabriela LaraG (@lamateyo)
Los desordenados iniciaron el concierto con “Políticos Paralíticos” para seguir con “Todo está muy normal” y pasar después a mostrar con pequeños clips parte de su historia, llevándonos a lugares donde la banda caraqueña, comenzó en Vista Alegre por 1985 a hacer formación.
El setlist siguió, dando paso a nuevos temas que son parte de su próxima producción discográfica que saldrá el próximo año.
“30 años se dicen fácil, pero como hemos vivido y como hemos crecido durante tantos años” expresó un Horacio Blanco muy alegre y conversador. “¿Que íbamos nosotros a pensar que esto (señala a la banda) llegaría a 30 años? Aunque esto sigue, si, sigue por 30 más y luego 30 más” sentenció ante los aplausos y vítores de los asistentes.
Mientras avanzaba la noche, la tarima funcionó de teatro y la escenografía variaba según la historia, pasó de un escenario normal a una playa y finalmente a un cabaret donde Desorden interpretó una de las canciones más coreadas de la noche; «Diablo«.
“Zapatos Nuevos”, “Gorilón” y “La Tierra Tiembla” emocionaron a los presentes quienes se movían en sus asientos y formaban parte del show según Horacio Blanco los iba incluyendo.
“Vinimos a celebrar y en eso estamos” – “Acá venimos a cantar”
Lamentablemente y debidos a permisos de la Alcaldía de Chacao, el retraso en la llegada pasó factura al cierre y solo quedó tiempo para cerrar con “Allá cayó”. El público no dejaba de pedir otra y la banda, ya sin audio, se despedía y aplaudía.
Sorpresivamente, Horacio, rebelde por siempre, se metió en el público y cantó a capela «Combate«, alzado en hombros por algunos de los asistentes.
Son 30 años en la escena musical venezolana y Desorden Público no deja de sorprender con su irreverencia ante lo que se presente. Es oficial, como reza una de sus letras “Desorden está (y sigue) en la calle”