Así es tener sexo con un hombre con un pene enorme [Tips]

4 min


-2
87 shares, -2 points

[dropcap]L[/dropcap]a mayor parte de los hombres se han planteado en algún momento si el tamaño de su pene es el adecuado, y no es de extrañar si tenemos en cuenta que la mayor parte de las mujeres también hablan de lo que se cruzan en la cama: tanto si destaca por cantidad como por escasez.

Ya sea por culpa de los mensajes que recibimos a través de películas, programas de televisión, novelas y artículos en prensa especializada, el hecho es que existe la creencia generalizada de que tener un falo grande es lo mejor que te puede pasar. Como si te abriese las puertas de todo. Pero la realidad es que, más allá de una carrera en el mundo de la pornografía, no vas a tener una vida formidable por el simple hecho de que te abulte la entrepierna. Y ojo, porque esto incluye el ámbito ‘sexual’ de tu día a día.

[pullquote_left]Es necesario asegurarse de que estás completamente mojada y lubricada antes de que ocurra la penetración[/pullquote_left]

Está claro que hay cosas que importan más que el tamaño –aunque todo tiene unos límites–, pero lo que es indiscutible es que hoy en día estar dotado con un pene XXL está sobrevalorado. Esto es lo ocurre de verdad cuando te acuestas con un tipo con un pene extremadamente grande, y las medidas que deberías tomar.

Así es el sexo con un pene enorme

Basta de irnos a los extremos. Tampoco es mejor un micropene. Al igual que las vaginas pueden tener diferente profundidad y ser más o menos holgadas, los penes pueden tener distintos grosores, larguras e inclinaciones. No es que hablemos de que exista una ‘media naranja sexual’ con la que encajemos perfectamente durante el coito, ni mucho menos que esto pueda darse únicamente con una persona, pero lo cierto es que no todos disfrutamos igual con los mismos tamaños, ni de unos ni de otras.

Archivo
Archivo

No vas a tener una vida sexual formidable por el simple hecho de que te abulte la entrepierna
Sea cual sea tu envergadura genital, siempre puedes pasarlo bien si sabes cómo acoplarte a las medidas de la otra persona. “Si tomas todas las precauciones apropiadas, tener relaciones sexuales con alguien con un pene grande puede ser realmente divertido”, asegura Emma McGowan, quien apunta en ‘Bustle’ una serie de pautas que debemos tener en cuenta si llegados a la cama nos encontramos con un superdotado.

Antes

Al principio todo es sorpresa, ilusión y alegría. (iStock)Al principio todo es sorpresa, ilusión y alegría. (iStock)
Probablemente nunca te lo hayas planteado, pero los hombres con penes más grandes suelen tener dificultades para mantener una erección. No tiene nada que ver con que no estén a gusto, no les apetezca o no les motive la otra persona en absoluto. Cuanto mayor es el tamaño, más cantidad de sangre necesitarán en la zona para mantener el falo erguido, y esto se traduce en que, en muchas ocasiones, pueda costarles más de lo normal mantener relaciones sexuales largas.

Los preliminares son siempre una buena forma para ponernos a tono, pero en el caso de toparnos con un pene algo más grande que la media, se hacen prácticamente obligatorios. “Es necesario asegurarse de que estás completamente mojada y lubricada antes de que ocurra la penetración”, explica la autora. De lo contrario, atente a las consecuencias…

Archivo
Archivo

Si estamos sobre aviso –o tenemos margen para echar cuentas–, es recomendable saber en qué fase del ciclo menstrual estamos porque, entre otras cosas, el estado del cuello uterino varía. Durante la ovulación estará en su momento más álgido y las paredes bastante más blandas: es el mejor momento para una penetración profunda.

Durante

Lo primero que tienes que asumir, para que el encuentro sexual no se traduzca en una visita a urgencias casi asegurada, es que con los penes XXL no valen todas las posiciones sexuales. Aunque la lógica te lleve a pensar que al ser más largo será ideal para posturas de penetración profunda y tratar de alcanzar, de una vez por todas, el misterioso punto G, cuanto más al fondo se empuje mayores daños puede causar.

Dos que pueden funcionar: la penetración vaginal desde atrás puede ser la más apropiada para que él aguante un poco más de tiempo y ella sienta menos molestias directas; o la ‘cowgirl’ o vaquera, en la que la mujer se posiciona encima del hombre pudiendo controlar la cantidad correcta que puede y quiere introducir en su vagina así como que los movimientos no sean demasiado bruscos.

La vagina se alarga a medida que la mujer se va excitando. Si no se ha conseguido un punto de estimulación adecuado, el pene puede chocar directamente con partes sensibles del órgano sexual femenino. Así, de no escoger la postura adecuada y dejarnos llevar, se puede acabar dañando el cuello uterino, y eso duele. “¡La peor lesión sexual nunca vista! Créanme, un cuello uterino magullado no es un dolor que nadie quiera experimentar nunca”, confiesa MacGowan.

Después

Está claro. Si no acabáis en urgencias ella sí o sí se lo contará a sus contactos. (iStock)Está claro. Si no acabáis en urgencias ella sí o sí se lo contará a sus contactos. (iStock)
Te lo habrás imaginado. Tras mantener relaciones sexuales con un pene de gran tamaño, es bastante común sentir dolores y molestias. Pero no hablamos sólo ellas: “Si no había suficiente espacio para introducirlo la vagina puede haber apretado demasiado para conseguir que cupiese, y eso se traduce, básicamente, en un pene magullado”, resumen McGowan e insiste en trabajar a fondo los preliminares al menos durante 15 minutos antes de la penetración para que todo fluya sin problemas.
Para ellas también hay dolorosos inconvenientes con un nombre que solo de leerlo duele: desgarros vaginales. De darse, no tienen por qué ser graves, a veces con unos minutos –o días– de reposo sexual puede ser suficiente. Si pasado este tiempo el dolor no mengua, quizás convenga acudir a un médico y plantearse, la próxima vez, seguir los pasos expuestos.

Cuando tu cuerpo no está listo, no está listo

Tumblr
Tumblr


¿TE GUSTA ESTO? ¡¡¡COMPÁRTELO CON TUS AMIGOS!!!

-2
87 shares, -2 points

Dando de qué hablar...