[dropcap]L[/dropcap]a tensión social por la que atraviesa Venezuela se hizo presente ayer en el festival de cine de Venecia con la cinta Desde allá, del realizador Lorenzo Vigas, proyectada en la sección de competencia por el León de Oro. EFE
Ambientada en una caótica y bulliciosa Caracas, el filme es «ópera prima» de Vigas, quien dijo que forma parte de una trilogía sobre el tema de la paternidad iniciada con el corto Los elefantes nunca olvidan y que concluirá con su próximo largometraje, La caja.
La historia se centra en «Armando» (interpretado por el reconocido actor chileno Alfredo Castro), un cincuentón de clase media que paga a adolescentes para que se desnuden ante él, y «Elder» (un sorprendente Luis Silva), un chico forjado en la calle y líder de una banda juvenil.
«A mí me parecía muy interesante hacer una película sobre alguien que no podía conectarse emocionalmente con los demás, que es el personaje de ‘Armando’, una persona con un complejo virginal», dijo el cineasta, de 48 años de edad, y primer venezolano en competir por el León de Oro.
Explicó que el «complejo virginal» está presente en todos los niños hasta una cierta edad, cuando no quieren ser tocados, pero que después se liberan y se abren al mundo.
«Armando», en cambio y por una razón sugerida implícitamente en el filme (la relación con su padre) quedó atrapado en el pasado.
«Hacer una película sobre una persona con esa incapacidad de relacionarse emocionalmente era muy interesante. Me interesaba mucho confrontarlo luego con una persona que es absolutamente lo opuesto, como es el personaje de Elder», anotó.
Dijo que Caracas era la mejor ciudad en la que podía ser rodada por todo lo que ocurre hoy día en Venezuela. «Filmamos en las calles sin control y eso fue un reto para el equipo de producción».
El rodaje finalizó una semana antes de que estallaran los disturbios estudiantiles de 2013, por lo que «había una violencia contenida, la tensión social era tan grande que se sentía en la calle».
Entre los productores del filme está el guionista, cineasta y escritor mexicano Guillermo Arriaga, presente en Venecia, que inicialmente quería que se rodara fuera de Venezuela.
«El proyecto lo escribí en México y Arriaga en algún momento tenía la intención de hacerlo en otro país», dijo.
Admitió sin embargo: «Yo siempre estuve en contra de esa idea y en un momento en que estuve seguro de mi convicción me llevé el proyecto a Venezuela y lo hice ahí».
La cinta incluye una arriesgada escena de sexo homosexual entre «Armando» y «Elder», pero el realizador aclaró que el fin no era desarrollar una historia gay.
Se trataba más bien, abundó, de hablar de la dificultad de comunicación del personaje de «Armando», que se mueve por las calles de Caracas «como un fantasma».
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«Mi sueño era trabajar con Alfredo Castro, un gran actor latinoamericano. Hicimos una lista de posibles intérpretes y él era el primero. Cuando leyó el guión y vio mi corto (Los elefantes nunca olvidan) entró en el proyecto».
Alfredo, añadió, dio riqueza a su personaje y lo llevó «a un nivel más alto».
A Silva lo vio en unas imágenes y quedó impresionado por la fuerza, sufrimiento y presencia escénica que transmitía.
«Quise conocer a este actor Luis Silva e inmediatamente supe que él iba a ser ‘Elder’, no le hice una sola imagen de cámara, no le hice nunca un casting, tiene una lucidez, una rapidez y una gran naturalidad», destacó.
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Consideró además de que «es muy inteligente, tiene mucho rock and roll como dicen los mexicanos».