[dropcap]P[/dropcap]ara lucir aquel (des)vestido en la gala MET que tan duramente criticó Carolina Herrera, a Kim Kardashian le tocó meter tripa y ocultarse tras Kanye West para posar en las fotos. Y es que su embarazo iba entonces por su segundo mes y aún no lo habían hecho público. Tras el anuncio oficial, se sucedieron los mismos vestidos de látex y faldas hiperceñidas a los que la empresaria nos tiene acostumbrados sin que ningún signo de embarazo se hiciera demasiado evidente.
De hecho, hasta hace solo 3 semanas la futura mamá mantenía en secreto por qué mes avanzaba su estado. Tuvo que confesarlo ella misma, a través de Instagram y con un escueto comentario -«4 months»- que dejaba entrever cierto orgullo por su silueta que, hasta ahora, permanecía inalterable.
«Me encantaban los rumores sobre mi embarazo fingido porque estaba tan delgada. LOL Bueno, ya no lo puedo esconder: 5 meses y 20 lbs», tuiteaba la estrella de reality a raíz de los comentarios sobre su peso.
Alcanzado el quinto mes, su tripita ya no puede ocultarse bajo un peplum ni lo pretende. Kim la luce con orgullo sin renunciar a las prendas de licra aunque tal vez sí a las reductoras. Lo cierto es que, de momento, ha engordado 9 kilos y que, en su segundo embarazo, parece haberlo tomado con más sensatez que en el anterior y que, de momento, no hay memes que ridiculi en su nueva figura.