[dropcap]E[/dropcap]l amor todo lo puede. Incluido que una persona haga un stop en una carrera profesional que, guste más o menos, va viento en popa.
El amor es lo que ha movido a Sara Carbonero a dejar su trabajo en televisión y acompañar a su marido, el portero Iker Casillas, a su nuevo destino: Portugal. Casillas se ha desvinculado del Real Madrid, club en que ha militado -desde muy pequeño- durante 25 años, del que ha defendido sus colores como capitán y en el que ha conocido las alegrías de los triunfos y, en los últimos tiempos, los sinsabores de aquellos madridistas sin memoria que le reprochaban no se sabe qué para justificar lo que ni ellos sabían.
Casillas se va del Madrid para jugar en el Oporto. Ha elegido una ciudad relativamente cercana a Madrid, para que no trastoque demasiado su vida familiar y social. Pero Sara no ha querido dejarlo ir solo. La familia entera, ellos dos y sus pequeños hijos, se marcha a Portugal.
Para ello, Sara Carbonero ha pedido una excedencia a Telecinco tal y como ha informado Mediaset en una nota de prensa: «Sara Carbonero, presentadora de Deportes de Informativos Telecinco y miembro del equipo desplazado para las retransmisiones de grandes eventos deportivos, ha solicitado una excedencia laboral aunque su vinculación con Mediaset España se mantendrá en proyectos televisivos futuros de los que iremos informando puntualmente».
¿Qué quiere decir eso? Que la periodista deja la televisión por un periodo de tiempo que, según publica El País, será de dos años. Pasado ese tiempo, Sara podría reincorporarse a sus labores como presentadora del informativo deportivo. Y tiene lógica esta cifra de dos años ya que es el tiempo que Casillas ha firmado con el Oporto: dos temporadas, con opción a una tercera.
Esto no quita para que, puntualmente, Sara pueda hacer alguna colaboración con Telecinco o que ella siga manteniendo viva su faceta de empresaria, ya que hace unos meses puso en marcha una tienda de moda online con unas amigas.
Además, Sara seguirá explotando su imagen en campañas publicitarias y revistas de moda, lo que le aporta suculentos ingresos. Lo tendrá que compatibilizar todo en una nueva vida en Portugal, sin el día a día en televisión, pero con su familia a su lado.