[dropcap]E[/dropcap]l próximo domingo Neil Patrick Harris borrará de su lista de pendientes la de presentar los Oscar. Ya poco más le quedará por conseguir en una carrera marcada por la versatilidad y el sentido del humor.
Harris despuntó siendo un niño al interpretar al médico precoz Doogie Howser en televisión. Recientemente se le pudo ver en un rol dramático en Perdida (Gone Girl), la más reciente película de David Fincher; y entre una cosa y otra se confirmó como una estrella del teatro, y se hizo popular por su papel de mujeriego en la comedia televisiva How I Met Your Mother, demostrando que su abierta condición de homosexual no influyó en la credibilidad al personaje.
Harris, de 41 años, no sólo actúa, sino que baila, canta y tiene un sentido del humor amable que lo emparenta con Ellen DeGeneres, su antecesora en la gala de los Oscars del año pasado.
[pullquote_right]“Es un animador consumado. Su encanto y sus dotes teatrales le hacen el presentador ideal”[/pullquote_right], dijo la presidenta de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas (Academy of Motion Picture Arts and Sciences), Cheryl Boone Isaacs, de cara a la gala del 22 de febrero.
Parece que muchos opinan como la presidenta, porque Harris ha presentado dos veces la gala de los premios televisivos Emmy y cuatro veces la de los teatrales Tony.
El año pasado, con DeGeneres al mando, se alcanzaron 45 millones de espectadores en EU, más de mil millones de comentarios en Twitter y 25 millones de interacciones en Facebook, según la Academia. La selfie de DeGeneres con algunas de las principales estrellas del cine fue la foto más retuiteada de la historia: 32.8 millones.
“La selfie está en mi cabeza, así que voy a tratar de hacer algo mejor, eso espero”, dijo según el sitioVariety Latino.
Harris, como DeGeneres, forma parte de ese selecto club de presentadores profesionales con todos los atributos para conducir galas, y entre los que podría incluirse a Hugh Jackman, Chris Rock, Billy Crystal, Tina Fey y Amy Poehler. Todos capaces de gustar a una audiencia amplia, quizá más interesada en el show que en los ganadores.
“Todo puede pasar. Cualquier cosa”, dice Harris en uno de los videos promocionales de la gala, que promete ser “muy divertida”.
Sobre a quien le gustaría igualar, dijo: “Mi primera respuesta sería Billy Crystal, él tenía mucha alegría y exuberancia ante el mundo del cine, pero a medida que he hecho más investigación, me siento más impresionado por la vieja escuela de Johnny Carson, Bob Hope y su capacidad para estar en un lugar y hacer sentir cómoda a la gente. Esta es una noche muy refinada, todos llevan esmoquin y vestidos de gala, así que espero que se sienta como una cena con invitados exclusivos a la que logras asistir”.
Bromas, música y baile se dan por sentado, pero Harris ya avanzó que puede ser incómodo con la Academia. Al conocerse las nominaciones lanzó en Twitter que todos los seleccionados “son muy blancos”, en referencia a la falta de diversidad racial y a la ausencia entre las nominadas de Selma, que retrata un importante episodio de la lucha por los derechos civiles de la población negra en EU.