[dropcap]Z[/dropcap]achary, Zelda y Cody Williams sostienen que Susan Schneider está «agregando un insulto a una herida terrible». La mujer, que pasó menos de tres años casada con el actor, quiere que el juez de la causa preserve de la herencia los objetos que hay en la casa de Tiburón, en la que se suicidó su esposo.
Esto incluye desde joyas hasta memorabilia de su carrera, además de otros elementos que Williams dijo que sus hijos deberían conservar. En un comunicado emitido por los abogados de los jóvenes, se señala que «los niños están dolidos por la petición de la esposa que estuvo casada menos de tres años con el señor Williams, porque ha actuado contra los deseos (del actor), desafiando los planes que cuidadosamente había previsto en su testamento».
James Wagstaffe, representante legal de Susan, dijo este lunes que su cliente solamente estaba buscando una guía de la corte para determinar el significado de ciertos términos del documento. «Eso no está mal», sostuvo. «Yo no diría que esto prevé un proceso largo y cuestionado», vaticinó.
Susan reveló que el actor y comediante luchaba contra un proceso de depresión y ansiedad, a lo que se le sumó un reciente diagnóstico que no hizo más que agravar el cuadro: estaba enfermo de Parkinson.
Este proceso terminó en la trágica decisión de quitarse la vida en su casa de Tiburón en agosto de 2014. «Asfixia por ahorcamiento», determinó la autopsia.
Antes de eso, Williams concedió a sus hijos sus recuerdos y premios de la industria del entretenimiento, al igual que otros bienes personales. Según Susan, él quería que ella continuara viviendo en Tiburón, e interpreta que para sus hijos solamente dejaba los bienes que tenía en su otra casa, situada en Napa.
«Cualquier otra interpretación significaría que la casa de la señora Williams será despojada mientras ella aún vive allí», escribió su abogado.
Los hijos discuten esta interpretación y argumentan que no hay límites para los deseos expresados por su padre antes de morir. En suma, que no importa dónde estén los premios, sino la voluntad de Robin Williams.
Y esa voluntad, según lo expresado por él mismo, era que tanto su memorabilia del espectáculo como la colección de relojes y otros objetos almacenados queden en manos de Zachary, Zelma y Cody.