[dropcap]E[/dropcap]l venezolano Alberto Arvelo, director de «Libertador», que podría convertirse hoy, en la primera película en la historia del país caribeño nominada a los Óscar como mejor película extranjera, confesó en entrevista con la agencia EFE, que hace mucho que soñaba con llevar a la pantalla la vida de Simón Bolívar.
En la víspera de que la Academia de Hollywood dé a conocer las cinco elegidas de entre las nueve preseleccionadas en la «short list», Beto Arvelo, como se le conoce en Venezuela, explicó cómo heredó la querencia por Bolívar de su padre, «un gran contador de historias», que de niño le relataba las hazañas de los libertadores.
[quote]»Siempre me pareció que Bolívar era una figura enormemente cinemática, como un gran héroe romántico, la persona que entrega todo por una idea, por un sueño. Y siempre me llamó mucho la atención lo visual de todo el fenómeno de la independencia latinoamericana, esas batallas en las montañas, en las selvas, en los llanos, me parecía que había una enorme fuerza visual en todo esto», destaca.[/quote]
El actor venezolano Edgar Ramírez fue el encargado de encarnar al Bolívar «irreverente, despeinado y humano», alejado de la idolatría, que buscaba Arvelo, y lo hizo con «una pasión increíble».
El fin era retratar al ser humano, «bajarlo de la figura hierática, idealizada y tratar de ver al hombre de verdad», subraya.
Un hombre, en su visión, al que dejó una profunda huella su esposa, la madrileña María Teresa de Toro (interpretada por la española María Valverde), que murió tras dos años de noviazgo y apenas ocho meses de matrimonio a causa de una fiebre amarilla.
«Si aquel mosquito no hubiese picado a esa chica, probablemente la historia de Sudamérica habría sido distinta», opina el director.