[dropcap]C[/dropcap]uando le preguntas a un argentino qué despierta su orgullo nacional, sin duda la respuesta va a ser el fútbol: desde el súper clásico hasta Messi. Pero, ¿qué tal si una mujer pudiera cambiar eso? Ella es Valentina Ferrer, una espigada y hermosa modelo de 23 años, quien pisa fuerte hacia la corona de Miss Universo 2014-2015.
[pullquote_right]Soy el ejemplo viviente que si quieres lograr cualquier cosa en la vida, puedes hacerlo[/pullquote_right]
«Yo crecí en Villa de Carlos Paz, Córdoba, a unos 700 kilómetros de Buenos Aires. Soy la segunda entre cinco hermanos, y nos criamos en una casa de montaña donde no había ni tubería de gas para encender la estufa. Por eso, desde muy chica, conocí el uso de paneles solares y me volví amante de la naturaleza,» nos cuenta Valentina.
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Siendo adolescente, Valentina se mudó sola a la capital para trabajar como modelo y su belleza la llevaría a diversas latitudes: Chile, Ecuador, México, Nueva York, Milán y, finalmente, Miami donde reside actualmente. Valentina regresó recientemente a su país natal, donde compitió y ganó el Miss Universo Argentina. Ahora, es fuerte favorita para obtener el máximo cetro de la belleza universal. «Quiero dar un mensaje positivo a todas las personas y siento que esta plataforma (el Miss Universo) me puede ayudar a difundirlo. Soy el ejemplo viviente que si quieres lograr cualquier cosa en la vida, puedes hacerlo.»
[pullquote_left]Tanto así que me he enamorado de Venezuela y su hermosa gente, y hasta mi novio es venezolano.[/pullquote_left]
Argentina sólo cuenta con una corona de Miss Universo, obtenida en 1962, pero Valentina tiene su arma secreta: un grupo de expertos venezolanos, quienes la preparan en Miami; Hileana Fabién (pasarela), Nelson Bustamante (oratoria), Alejandro Ribalta (entrenador personal), Lorena Farías (nutrición), Roberto Ramos (maquillaje y estilismo), y Angie Pérez (protocolo, etiqueta y cultura general), todos bajo la supervisión de Mariela Centeno.
«En Argentina no tenemos cultura de certámenes de belleza, sino de fútbol. Hay minas (chicas) muy lindas en mi país, pero no saben los trucos para destacar su belleza. Haber sido entrenada por un grupo de talentosos profesionales venezolanos ha sido un privilegio enorme, sobre todo porque yo no tenía el presupuesto para pagarles y ellos sacaron tiempo para prepararme, sin pedir nada a cambio. Me siento muy agradecida con ellos y la solidaridad que han tenido conmigo. Puedo notar en ellos la calidez del pueblo venezolano y hasta me siento mitad venezolana a veces (risas). Tanto así que me he enamorado de Venezuela y su hermosa gente, y hasta mi novio es venezolano.» [EF]