[dropcap]A[/dropcap]demás de ser conocido por sus personajes -como el Chavo del Ocho, el Doctor Chapatín y el Chapulín Colorado-, Roberto Gómez Bolaños, que falleció hoy a los 85 años, era llamado “Chespirito”.
¿De dónde venía este curioso apodo? En la década del ’60, antes de dedicarse a escribir y actuar en su gran éxito, El Chavo del Ocho, Bolaños fue un profuso guionista, con decenas de películas a su nombre.
El director cinematográfico mexicano Agustín P. Delgado consideraba que Bolaños tenía un talento para escribir historias similar al del británico William Shakespeare. Por eso, y por su estatura de 1,60 metros, lo rebautizó “Chespirito”, es decir “un Shakespeare, pero en chiquito”.