[dropcap]O[/dropcap]bjetos malditos hay miles, desde casas, anillos, sillas y hasta muñecos, los cuales llegan a albergar una especie de mala energía que puede llegar a destruir a cualquier ser humano que entra en contacto con ellos. Es por esto, que siempre han tenido un lugar especial en el género fantástico y algunas veces se han convertido en grandes historias cinematográficas, donde se les relaciona con acontecimientos trágicos y de ser un vínculo con el más allá. En resumidas cuentas, ésta podría ser la premisa de “Oculus”, que nos relata la historia de dos hermanos, que son separados la noche en la que mueren sus padres, y aunque el hermano es acusado del asesinato, su hermana está convencida de que un espejo maldito es el verdadero culpable.
Desde el minuto uno, el director se regodea en una complicada y muy cuidada puesta en escena, donde pasado y presente conviven en un mismo lugar de manera ágil y vivaz para que así, la historia fluya mucho más rápido. La leyenda alrededor del espejo es interesante y perturbadora, sin necesidad de ser muy rebuscada, sabes lo importante, que cualquiera que posea el espejo muere de manera trágica o inexplicable y que ha pasado de generación en generación con una larga lista de victimas en su haber. Sin embargo, el otro punto fuerte de su propuesta, el de las dos visiones de la historia, la realista vs. la paranormal se abandona muy rápido, lo que pudo haberle dado un giro interesante al guión sobre lo que realmente ocurrió, los efectos del espejo o de lo susceptible que puede ser la mente de un niño de 10 años.
Es así, sin dar mucha más información, como entramos de lleno en la historia y a lo que les ocurrió cuando eran niños, pero esto es todo lo que sabrás, no sabemos qué es lo que esconde el espejo o el por qué de su maldición, y aunque muchas veces esto termina con la magia de algunas películas, cuando se intenta explicar todo al mínimo detalle, en “Oculus” era necesario, al menos, darle un contexto al espectador, de cuáles son los poderes del espejo y un posible por qué. Es raro, que me encuentre hablando de esto, ya que sobre todo en el género fantástico y de terror, se valora más el no saber motivos o intenciones de ciertas situaciones, porque así se puede dejar volar la imaginación, que al final es para lo que están hechas este tipo de cintas, pero acá, este espejo maldito es capaz de muchas cosas que aleatoriamente van apareciendo a lo largo de la historia, sin marcar cuales hechos quedan implícitos y cuales no, como alterar la realidad y el tiempo o la aparición de fantasmas o entidades de los cuales sólo podemos intuir son los antiguos propietarios.
Es decir, que creo que me quedé con ganas de saber un poco más, de tener idea de lo que estaba pasando y así poder involucrarme con la historia, con esto no quiero decir que sea algo negativo, todo lo contrario, tal vez sea su firma personal y la forma que consigue jugar con el suspense, sólo que yo opto por un suspense más honesto, en el que no por falta de información no sepas lo que está pasando, si no, que manejando ciertos detalles, los cuales siempre se podrán probar o desmentir mientras avanza la película, aún nos quede la duda de si nuestro héroe logrará o no su objetivo.
Lo mejor: El poder visual que tiene y el control de su realizador en el momento de juntar realidades y espacios.
Lo peor: La confusión que puede crear al no saber nada sobre las dificultades que enfrentan los personajes principales.
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