[dropcap]¿E[/dropcap]stás apuntado al gimnasio, sudas la gota gorda, te cuidas en la alimentación, renuncias a la cerveza de los domingos y aún así sigues luciendo esa tripa que tanto odias? La solución está en tu armario.
No busques ninguna píldora milagrosa, nos estamos refiriendo al armario de la ropa.El mismo que puede jugar tanto buenas como malas pasadas, pero sabiendo escoger las prendas , los colores y los estampados adecuados, puede que ese continuo pesar tenga fecha de caducidad.
Sin abandonar el deporte y sin perder las esperanzas en la dieta, hasta que el esfuerzo empiece a dar sus frutos, aquí pequeños consejos textiles.
1. Aprovechar el negro. Es innegable el poder de este color para quitar ancho y poner altura. Por norma general es un color que estiliza la figura y si eres de los que convive con el treja cinco días a la semana, ten claro que eres un afortunado si quieres disimular excesos. Los colores oscuros serán tus aliados en esta misión.
2. Ropa ligera. Los tejidos más fuertes y gruesos tienden a ensanchar a las personas por una cuestión de pura lógica: hay más tela. Bien, todavía el calor está dando coletazos y la ropa de invierno puede esperar. Un SÍ muy alto a las bermudas y las camisetas de algodón.
3. Estampados sencillos. Los colores llamativos son una bomba de relojería porque se llama la atención que se quiere evitar. Si a esto le añadimos estampados rayados, florales, más otros muchos, el resultado puede ser poco favorecedor para tu complejo. Dan alegría, pero no te harán sentir cómodo si lo que quieres es disimular algunas zonas.
4. Escoger la talla adecuada. Es un error pensar que cuanto más grande sea la camiseta, más se disimulará la tapita del sábado pasado. Como también lo es comprarse ropa dos tallas menos a la adecuada.