[dropcap]F[/dropcap]rancisco Costa volvió a ser fiel al minimalismo y su primavera-verano 2015 es una suerte de continuación o un complemento de su propuesta otoñal: si entonces todo sabía a fin de semana, a formas hermosas en su laxitud, ahora llega el momento de subir a sus mujeres al tacón alto y llenarlas de glamour. «Es una extensión de mi otra colección. La concepción neutral y la bohemia están ahí, pero vuelve de su forma más líquida, con un espíritu más glamouroso», explica el diseñador, quien considera que sus prendas, por una vez, «no se basan solo en una idea», lo cual no les quita de una coherencia indudable.
En esa coctelera bien agitada está, por un lado, la inspiración más terrenal de la mujer que cada día ve en Nueva York. «Su armario es simple. Tres faldas y dos camisetas y le ofrezco la posibilidad de crean infinitas combinaciones con estas piezas», asegura Costa, quien define su nueva propuesta como «juguetona y muy lujosa» y se basa en la exploración de materiales tales como el jacquard, la viscosa con efecto metálico o efecto papiro.
Los patronajes son interrumpidos en horizontal pero sin ruptura volumétrica, en grácil continuidad o sugerentes cambios de textura, de lo opaco a lo transparente. Los pantalones ni se plantean, pues la mujer de Costa se debe las faldas y, en general, largas. Tampoco el peinado sale del recogido.
En cuestión de paleta, el color azul marino predomina en esta colección y viene de las pinturas de Andy Warhol, especialmente los que le hizo a la modelo Tina Chow, pues el rojo de sus labios es el otro primario muy presente en la paleta de Costa. El blanco, eso sí, no podía faltar en la estética siempre limpia del diseñador. En definitiva, no importa que sea primavera o verano, el director creativo de Calvin Klein Collection apuesta por lo eterno y por seguir buscando algo nuevo que ofrecer. «Nunca había hecho siluetas que abracen tanto al cuerpo de la mujer», asegura, pues su tendencia siempre había sido lo arquitectónico y, en los últimos años, un estudiado patronaje con sensación de inacabado, de «work in progress».
Sin embargo su nueva mujer, aun siendo la misma, está pulida hasta el más mínimos detalle, y Costa considera que la clave de esta colección está en «lo fácil de llevar que es la ropa, una sensación casi deportiva». Para no perderse detalle de sus ideas siempre refrescantes y vigorizantes tras ocho días de diseños no siempre acertados, Anna Wintour y Sarah Jessica Parker, máximas adalides de la moda neoyorquina, no quisieron faltar al espectáculo.