[dropcap]E[/dropcap]l lado perverso y problemático de Hollywood no es extraño para nosotros, una sociedad acostumbrada y hasta cierto punto forzada a seguir muy de cerca la vida de las figuras públicas. Desde romances, infidelidad, divorcios, adicciones y hasta riñas entre celebridades, la vida personal de este grupo de personas dejó de ser personal hace mucho tiempo. Existe cierto sentido de voyerismo en nuestro interés que queda plasmado perfectamente en el filme Maps to the Stars, lo más reciente del cineasta canadiense David Cronenberg.
El aclamado director de filmes como The Fly y Eastern Promises nos ofrece una silla en primera fila en la vida de un grupo de actores de Hollywood que intencionalmente se asemejan a los que semanalmente aparecen en tabloides, revistas y blogs de chismes y rumores. A la vez, Cronenberg deja bien claro que al igual que nosotros, estas personas también deben lidiar con fantasmas del pasado que los atormentan a diario, mientras se encuentran en el centro de atención y se desviven por cuidar sus imágenes. Lo que nos diferencia es cómo tratamos los recuerdos y traumas que nos angustian.
Protagonizado por Julianne Moore, Mia Wasikowska, John Cusack y Evan Bird, el filme nunca pierde su tono satírico, aunque en ocasiones se sienta como una descarga de referencias a la cultura popular. Un cameo de Carrie Fisher y una estelar actuación de Moore – ganadora del premio a la mejor actriz en Cannes – son los puntos más altos que alcanza esta interesante propuesta que puede ser tan autodestructiva como sus personajes principales.
Julianne Moore personifica a Avana Segrand, una actriz cuyos mejores años quedaron atrás. Ahora, Segrand se dedica a la búsqueda de ese rol que se encargará de revivir su moribunda carrera y redimirse. Agatha Weiss (Wasikowska) también anda en busca de redención por un crimen que cometió cuando consigue empleo como asistente de Segrand, quien ve en la cara desfigurada de Agatha el reflejo de una abusadora madre que ahora, consciente de que el tiempo se le viene encima, busca reemplazar en el remake de la película que la hizo famosa en los años sesenta. Es Savana, el personaje más ingenuo de todos, el único con una mirada realista de la vida que lleva, por más contradictorio que pueda sonar.
Por otra parte, Benjie (Evan Bird), representa el Hollywood joven que se autodestruye a temprana edad. Benjie y Agatha son el arma secreta de Cronenberg. El problema es que el origen de la misteriosa Agatha nunca es más interesante que el cinismo que la mantiene unida, hasta que eventualmente la destruye.
Maps to the Stars es una meticulosa mirada al Hollywood perverso, problemático y autodestructivo que tanto nos fascina.