[dropcap]A[/dropcap]penas un día antes de que decidiera quitarse la vida con un cinturón, Robin Williams asistió a una muestra de arte en una galería San Francisco junto a su esposa Susan Schneider.
Quienes lo vieron aseguran que el actor permaneció durante un hora en el evento, que parecía estar de buen humor, que hasta charló con otros invitados y que además, no bebió alcohol.
La muestra fue el sábado a la tarde. El domingo a la noche, a las 22.30, fue la última vez que alguien lo vio con vida. Su cuerpo fue encontrado el lunes a la mañana por una asistente.
Ayer, la viuda de Williams reveló que el actor sufría de la enfermedad de Parkinson en una etapa temprana y que su sobriedad estaba «intacta».
La enfermedad de Parkinson es un trastorno neurodegenerativo crónico que conduce con el tiempo a una incapacidad progresiva, ya que mata células nerviosas y se pierde el control sobre los miembros. Los primeros síntomas suelen aparecer entre los 50 y los 60 años.