[dropcap]Ll[/dropcap]evar a la pantalla la vida del hombre más importante en la historia independentista de América del Sur no es un trabajo fácil, es al menos, titánico, Simón Bolívar, junto a Washington y Bonaparte, es uno de esos personajes cuya vida es tan grandiosa y tan pulida de todo defecto por los historiadores que resulta abrumadora. Sin embargo, si buscamos en la web una película del gran caudillo de América, el resultado pasa a ser un tanto descolorido.
Édgar Ramírez como Simón Bolívar
Considero necesario aclarar que Libertador no es la primera película biográfica que se realiza sobre este caraqueño, como personaje ha aparecido en varias producciones, pero dedicadas enteramente a él están:
.- Simón Bolívar, Libertador de América (1942), del mexicano Miguel Contreras Torres abarcando su vida completa.
.- La Epopeya de Bolívar (1969) del italiano Alessandro Blasetti que cubrió los años 1817-1824
.- Bolívar, Sinfonía Tropical (1980) del venezolano Diego Rísquez, una mirada surrealista a la vida del Libertador.
.-Diario de Bucaramanga (2013) del venezolano Carlos Chung, una mirada a los últimos años de Bolívar y a los conflictos que resultaron en su muerte.
.- Bolívar, el hombre de las dificultades (2013) del venezolano Luis Lamata, retrata la vida miserable y de exilado que vivió Simón entre 1815 y 1816 en Jamaica y Haití.
Finalmente nos llega a las pantallas este ambicioso proyecto del equipo formado por el director Alberto Arvelo y el productor y protagonista Edgar Ramírez, quienes en apenas 120 minutos de película logran brindarnos un acercamiento a Bolívar como hombre, una aproximación que lo baja del pedestal magnánimo donde lo han colocado los políticos y los libros de historia y lo aproxima más a nosotros, seres humanos de carne y hueso.
Director Alberto Arvelo
Lo primero que deben hacer es olvidarse de los libros de historia, la exactitud y la precisión no son parte de este recorrido, se trata de una exploración personal donde el director busca que entendamos la psique de este hombre, de ese que no conocemos y que no nos enseñan en salones de clase ni en los libros de texto que solo recitan incesantemente una larga lista de fechas, lugares y frases sin ubicarnos en las situaciones y contextos.
El guion a cargo de Timothy J. Sexton, nominado a un Premio de la Academia, nos ubica al inicio en 1828, en la noche del atentado contra Bolívar, donde triunfalmente lo salva de sus enemigos Manuela Sáenz, desde allí y usando el recurso de las retrospectivas vamos observando diferentes estadios de su vida, este recorrido abarca unas 3 décadas entre Madrid, París, Caracas, Bogotá y otros puntos de Suramérica y el Caribe. Es destacable la manera como el guionista hace énfasis en su matrimonio con María Teresa Del Toro y su relación con su mentor Simón Rodríguez, representando simbólicamente cómo va germinando la semilla del ideal de libertad en su cabeza.
A partir de allí sucede toda la serie de acontecimientos que sí aprendemos a recitar en clases, de los cuales se nos muestran algunos, no todos, pues tendría que hacerse una miniserie para abarcar a detalle cada uno. Lo que resulta magistral es cómo son retratados por el español Xavi Giménez quien lleva la Dirección de Fotografía, este ganador de varios Premios Goya (El Maquinista, Ágora) hace un impecable trabajo de tomas aéreas por el Río Magdalena y muy especialmente durante el cruce del ejército por Los Andes, así no muestra la dimensión tan monstruosa y agreste de este paisaje. Destacable el manejo de cámara en las escenas de batallas y un muy buen trabajo del equipo que realizó las imágenes generadas por computadora, lucen fantásticas.
Xavi Giménez Director de Fotografía
Como en toda película de época las locaciones, los sets, el vestuario y maquillaje juegan un papel absolutamente importante, pues ayudan a generar un contexto creíble para el espectador. El Diseño de Producción está a cargo de Paul D. Austerberry (Crepúsculo: Eclipse, Los Tres Mosqueteros, Pompeya) quien impecablemente logra recrear la ambientación, la estética y los escenarios donde se desarrolla la acción trabajando de la mano con la Diseñadora de Vestuario, Sonia Grande, nominada a 10 Premios Goya (Los Otros, Vicky Cristina Barcelona, Medianoche en París) quien ha hecho un laborioso trabajo interpretando los trajes y la vestimenta de la época en Madrid, París y Suramérica. Sumémosle a esto el Diseño de Set a cargo de Phillipe Turlure, nominado al Oscar (Entrevista con el Vampiro, Evita, Pompeya) y tenemos un film que es una verdadera joya estética y muy correctamente producido.
La edición del hindú Tariq Anwar, nominado a 2 Premios de la Academia (Belleza Americana, El Discurso del Rey) nos muestra un film con buenas transiciones y excelentes montajes, especialmente en las escenas de la Batalla de Boyacá. La música es sencillamente insuperable, no hay palabras para describir ese otro personaje de la historia que resultó ser la banda sonora, interpretada por la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar, bajo la dirección de Gustavo Dudamel, quien también es el compositor, este joven maestro se lució por completo y estoy seguro que será requerido de ahora en adelante para componer la música para grandes films (La banda sonora está disponible en iTunes y discotiendas).
Edición de Tariq Anwar
A nivel de actuación, el casting está muy bien armado, destacándose en los secundarios Danny Houston (Martin Torkington), quien se roba las escenas en las que aparece con su simpatía un tanto cínica. María Valverde (María Teresa) y Juana Acosta (Manuela Sáenz) son de lo mejor que aparece en la pantalla, totalmente adorables en sus personajes, aunque de la última me habría gustado ver muchas más escenas, Manuela fue una mujer importantísima en la vida de Bolívar e hizo falta tiempo en pantalla para mostrar esa relación.
Erich Wilpredt (El Kevin Bacon de nuestro cine), hace un excelentísimo Sucre, una de sus mejores interpretaciones, si no la mejor, logra crear una conexión con el espectador. Los venezolanos Steve Wilcox (Sons of Anarchy), Leandro Arvelo (Piedra, Papel o Tijera) se ven sólidos en sus personajes, incluso Jesús Guevara, con su cortísima pero importante aparición, se ve totalmente engranado. Hay que tener en la mira a Juvel Vielma (Taita Boves) quien ya tiene un importante recorrido en películas de época y es, a mi parecer, uno de los mejores actores del cine local, hace un Páez corto pero memorable.
El peso de la trama lo soporta, obviamente, Edgar Ramírez, consolidado internacionalmente en 2010 con el papel de “Carlos, El Chacal” que le valió nominación al Globo de Oro y Emmy, aparece básicamente en todas las escenas, brinda un performance sólido y totalmente carismático, paseándonos por todas las facetas de Bolívar, aristócrata, pensador, amante, político, líder y luchador. Ramírez físicamente no se parece al personaje, no tiene la delicadeza ni la delgadez, no bajó de peso y lamentablemente no lo lograron envejecer mucho a lo largo del film, sin embargo, logra convencer con este hombre más real y menos etéreo.
Confieso que me habría gustado verlo arriesgarse un poco más en la interpretación de las diversas dimensiones de este personaje, pero hay escenas realmente conmovedoras, como las que realiza con Zenaida Gamboa, quien interpreta a Hipólita, la madre putativa del Libertador, a través de ella se logra entender por qué en ese momento histórico él se identificaba con los ideales americanos de la justicia y la igualdad (aunque Washington nunca llegó a liberar un solo esclavo).
Llevar una vida tan trascendente a sólo 120 minutos fue una apuesta muy arriesgada, particularmente creo que necesitaba una media hora más, como mínimo, pero Alberto merece un gran reconocimiento por demostrar ese arrojo, especialmente por ese final, pocos directores lo habrían hecho, incluso Kubrick desistió del proyecto de su película sobre Napoleón por considerarlo extremadamente ambicioso. Arvelo demostró destrezas y habilidades que sólo se aprenden con el quehacer fílmico, debemos agradecer eternamente el habernos regalado una historia que logra enamorarnos de una tierra y humaniza a un personaje que siempre ha sido presentado como un elemento mitológico.
Esta es una película que todo venezolano que debe ir a ver, no tiene precedentes en este país ni en América Latina, es épica, marca un hito, una historia sin masticar e inédita, un Bolívar que no conocíamos. En un país marcado por la constante autosatisfacción y la búsqueda de intereses propios parece necesario entender las diferentes visiones de la vida de este prócer, si quiere conocer a Bolívar, no memorice fechas ni frases, vea ésta y todas las demás películas sobre él.
